Este cementerio, situado en la parte oriental de Deir el-Medina, se encuentra escalonado sobre el flanco de la colina de Qurnet Murrei , y fue meticulosamente analizado por Bruyère.La parte más baja de la pendiente fue la reservada para los niños muy pequeños.
La parte inferior está constituida por un centenar de pequeñas fosas muy rudimentarias, en su mayoría pequeños hoyos de unos tres metros de profundidad y de unos 90 cm de diámetro de forma circular, cuadrada o rectangular. Estos pozos se encontraron recubiertos de grandes piedras, supuestamente colocadas para evitar que los grandes depredadores de los cementerios, las hienas y los chacales extrajesen su contenido.
Plano de Lynn Meskell
(Archaelogies of Social Life : Age, Sex, Class, Etcetera in Ancient Egypt )
Durante su excavación, Bruyère no solo se encuentran con entierros de niños, halla también recién nacidos, fetos, y restos de telas ensangrentadas. Los ataúdes de los más pequeños no son más que vasos de cerámica. Se trata de los mismos vasos o ánforas que acostumbramos a ver en los enterramientos de adultos conteniendo cereales, nueces dum o frutos.
Dibujo de Bruyère de los vasos de cerámica que sirvieron de ataúdes infantiles.
Algunos de estos recipientes en vez del cuerpecillo del niño o feto, sólo contenían trapos manchados de sangre junto con los restos de un parto, como el saco amniótico o la placenta. Sobre los paños, acostumbra a encontrarse un sílex tallado que probablemente serviría en su momento para cortar el cordón umbilical. Como no he encontrado ni dibujos, ni fotos ni más datos, ignoro si ese cuchillo tendría la forma del pesheskef, o no.
Otros cuerpecillos envueltos en un sudario de ropa, se encontraban protegidos por cestas ovales o redondas tanto nuevas como usadas de hojas de palma.
Foto de Bruyère de los ataúdes infantiles del cementerio Este.
Junto a la cesta más pequeña se puede ver un muñeco, quizá muy parecido a este que formó parte del ajuar funerario de un niño más pudiente en la misma época. Pertenece a una colección privada, XVIII Dinastía y desconozco su procedencia.
Aunque este ataúd nos recuerda de Ariki, del que ya hemos hablado anteriormente, o al del niño descubierto por Petrie que se encontró sobre la llamada “Reina de Qurna”.
http://www.nms.ac.uk/our_collections/highlights/qurneh_coffin.aspx
En cuanto a muñecos o muñecas con los que jugaran los niños en el Antiguo Egipto, lo más parecido al anterormente visto, es este supuesto muñeco del Tercer Periodo Intermedio. Aunque si este estuvo alguna vez vestido como el anterior ya jamás lo sabremos.
http://www.life.com/image/56571480
Las pocas ofrendas que acompañan a estos entierros, acostumbran a tratarse de productos alimenticios como nueces dum, uvas, e incluso de cebada molida, ingrediente básico en la preparación de papillas. Los vasos o recipientes que los contienen son de pequeño tamaño. En ocasiones, en estos entierros se encuentran panes con forma humana. Lo que nos podría dar a pensar que las madres de Deir el-Medina elaboraban pan con esa forma para estimular el apetito de los niños. Aunque al ver algunos de ellos con marcados atributos sexuales me hace dudar de que su función sea únicamente nutritiva. En realidad parecen más bien las mal llamadas “concubinas del difunto” en versión infantil.
El panecillo con atributos sexuales masculinos procede de la tumba 1378, se encontró junto al cuerpecillo amortajado en tela, en el interior de una cesta de palma oval.